Sobre llovido, mojado (Lilián Costamagna)

-¡Doña Carmen! Hace muchos días que no la encuentro. ¿Pero qué le pasó? ¿Por qué se tapa con ese pañuelo?

-Es que… tengo un moretón muy feo… Dora, me choqué con el ropero.

-No le creo, dígame la verdad. El Remigio le pegó?

-No, solamente me zamarreó de las mechas.

-El hombre es un ser malvado. Y ninguno tiene cura.

-Bueno, yo vine a aprovisionarme, hay ofertas en esta semana.

-Mire… si lleva tres, paga dos.

-Desde que el volcán escupió cenizas y arena, estamos fritos.

-Sí, a mí me vinieron los parientes del campo… Todos amontonados en mi casa ¿se imagina? Abandonaron todo porque se les están muriendo las ovejas.

-¡Ah!, sobre llovido… mojado. Mi comadre me dijo que en Villa La Humosa se están alojando los que vienen a radicarse acá. Debería mandarlos para allá y sanseacabó.

-Es que ahí, al lado del basural viven muy mal…

-Pero Uds. no pueden hacerse cargo de las miserias de otros…

-Los chicos que son cinco, comen de lo que sacan del vertedero, porque nosotros no podemos alimentar tantas bocas.¿Hasta cuándo vamos a aguantar la quema!

-¡Un asco! y encima vio en la tele anoche? Se nos vienen las ratas, y se están comiendo todo, hasta las gomas y la leña. Ayer nos entregaron la leña por el Plan Calor.

-Lo escuché en la radio del barrio, “Mascaró”. Dicen que hay que mantener limpio y ordenado el predio.

-Sí, pero también, oiga, los vecinos son unos roñosos. Yo la agarré de los pelos a la atorranta ésa, para que haga algo con la leña tirada ahí.

-¿La de Alarcón? Ya sé, no sé si de Alarcón, o de Ojeda, o de Pichunleo. Está siempre largando hijos y dice que por la panza no puede hacer nada en la casa. ¿Qué le parece?

-Yo voy a comprar trampas, cebos, veneno, de todo!

-Aparte, hay que rellenar los “aujeros” con “Virulana”. En mi barrio te cobran un ojo a la cara el paquete…

-Dicen los que saben que esto que está pasando es porque floreció la caña colihue y eso pasa cada sesenta años. Se comieron todas las semillas, engordaron, se multiplicaron más de la cuenta, y ahora están hambreadas…

-$12 el paquete, llevo dos.

-Yo no les creo, a ésa, la hija del guardaparque. Más bien les creo a los Testigos de Jehová, que se viene el “apocalipse” nomás.

-El pastor de la Iglesia Metodista también dice eso. Es que nos portamos tan mal…

-Por ejemplo, al Jonathan lo agarraron a la salida del boliche y lo castigaron fiero. Tuve que ir a buscarlo a la “sesional”. Al amigo, al Cristian, lo dejaron adentro porque dicen que se había afanado un autoestéreo.

-¡Ay, Ud. tiene puros varones… y esos críos siempre andan en líos, siempre en pedo, por ejemplo mis vecinos, vuelta a vuelta, en cana.

-¿Y sus hijas, qué tal?

-La Yessi abandonó la escuela y dice que quiere trabajar, pero otra vez está en estado. ¿Qué me dice?

-¿Y el padre? ¿Se borró?

-Ella no me lo quiere decir, pero creo que no sabe si es el de “El Pilar” o del que trabaja en el “shopin”. Los dos son unas ratas… igual.

-Me contaron que las ratas muertas de hambre salen del cañaveral y van a tomar agua, o les agarra el “estrés” y se suicidan…

-O van a las casas de uno a robar comida con todas las crías atrás.

-Tengo que llevar polenta… está barata, ¿eh?

-¡Ay! Qué mundo más descalabrado.

-¿Y los políticos, qué me dice?

-Me tienen podrida. Puras promesas y después de la campaña, estamos igual…Todos los candidatos prometen que van a mudar el basural… tantos años y sigue ahí, cada vez más grande.

-Hola Yeny, ¿comprando?

-Y sí, de esto no nos salvamos… Chau.

-Ahora se tiñó de colorado, ¿vio?

-Y claro!, y anda con el presidente del Concejo, lo juro!.

-Se ve que la atiende bien. ¡Cómo engordó la yegua ésa!

-Pobre el marido, todo el día con el culo en la cal. Mire, si yo fuera él, la fajo, le cuento.

-¿Y la otra hija, la Claudia? ¿Trabaja?

-Sí, en lo de la Pety, que ahora le dicen “cuafer”, y viene siempre con un olor a cosméticos, a tintura, no se qué. Y a mí me da por estornudar y ¿sabe? Ella llega y me dice “Otra vez guiso, y picando cebollas! Sabés que me hace llorar”. Eso me dice.

-Otra cosa, con esto del volcán, ni truchas podemos comer. Mi viejo iba siempre a “furtiviar” al arroyo, pero ahora se acabó. Aparecen pescados muertos, dicen que por la contaminación.

-Después van a aparecer pejes con tres ojos, como en Los Simpsons…

-Y los incendios que van a ver este verano… porque las cañas se secan. Estamos fritos. Encima, hay cortes de luz a cada rato, como ayer, que me perdí la novela del canal 9.

-Las cenizas perjudican los alternadores y se corta todo… hay que desenchufar todos los electro-domésticos. Yo me compré un LSD en cuotas. Buenísimo, es como un cine.

-¡Uy qué tarde se hizo, y nosotras de tanta charla, lo más campantes!

-Voy a hacer algo rápido: salchichas con puré.

-Otro día la voy a visitar y nos tomamos un té o unos mates. ¡Ah!, y cuídese. No vaya a ser que se choque otra vez con el ropero, eh?

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3 respuestas a Sobre llovido, mojado (Lilián Costamagna)

  1. Jesus dijo:

    Me ha gustado la frescura del relato, sin alardes ni aspavientos. Con una sencilla narración se van perfilando las miserias de la gente sin importar el lugar; todos los lugares cobijan esta pequeña muestra de realidad cotidiana

  2. amaiapdm dijo:

    Muchas gracias por escribir, me ha gustado tu relato. Un saludo literario y felices fiestas. Amaya Puente de Muñozguren

  3. Manger dijo:

    Tal parece tomado al dictado de esas humildes gentes. Buen texto, Lilian. Un cordial saludo y felices fiestas.

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