Déja Vu (Carlota Dalton)

Despierto, me levanto, me estiro, camino hacia la ventana, corro las cortinas, miro el paisaje, voy al baño, me ducho con jabón y champú, me enjuago, me seco, me calzo las chinelas, me coloco la salida de toalla color celeste, … Seguir leyendo →

El camino a seguir (Caminante en la sombra)

Rodrick abrió los ojos. Los adoquines grisáceos le dieron la bienvenida. Frunció el ceño: estaba tirado sobre el suelo, y no recordaba como había llegado hasta allí. Apoyó las palmas de las manos sobre el suelo para incorporarse. De pronto … Seguir leyendo →

Noviembre (Jesús Zaplana)

Quizá era noviembre. Estabas sentada aquí mismo. Yo era bruma; tú, candil: estábamos condenados a desamarnos. En esta imprecisa hora me sobrevienen imágenes deshilvanadas, macilentos espectros proyectados sobre la menguante luna de este tren de cercanías. Ese es el improbable … Seguir leyendo →

La última lechada de Don Eustaquio (Mar)

“Si te atreves, entra” rezaba el epitafio de Don Eustaquio. Cuando el sepulturero echó la última lechada en la lápida para sellar la tumba, entre dientes dijo “ahí te pudras hijo puta” y salpicó la corona de flores con un … Seguir leyendo →

Ella era hija del Sol (Peregrina Flor)

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Ella era hija del “Sol”. Del libro “Destino Sur” Alejandra Sucre Pérez pasó dos años en París, le gustaba esa ciudad que era una mezcla exquisita de razas y costumbres. Pero quería regresar a su patria. Francia nos espera, nos … Seguir leyendo →

Dyett, la mujer fantástica de Saint Pichuelly (Peregrina Flor)

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  No era tonta, aunque lo parecía con aquellas trenzas, una mas larga que la otra, sus pecas y su pelo rojo, todo era, sin embargo, amable en ella, la traviesa, la juguetona, la sin novio, la enamoradiza que brillaba … Seguir leyendo →

Imagina (Alex de la Rosa)

-¿Sabes? Cuando me llamaste y me dijiste que querías verme, no me lo pensé dos veces. Pese a todo lo que nos ha pasado, es imposible olvidarte. Me alegró tanto oír tu voz… -Ha pasado tanto tiempo sin saber el … Seguir leyendo →

De algún culo saldrá sangre (Celia Seguí)

     La mamá de Jorgito estaba segura de que los problemas  de la vida se resolvían de una manera u otra se buscara o no la solución activamente. No quiere decir esto que nunca hiciera nada para solucionar sus problemas, … Seguir leyendo →

Uno (Mar)

Uno No, Uno no tiene guardado en la recámara la bala que dará el pistoletazo de salida para su nueva vida. No se imagina lo que puede pasar el mismo día en que se levanta, se ducha, desayuna y llega … Seguir leyendo →

El tren de Castellar (Jesús Delgado Morales)

    La mujer deja al lado del banco la maleta que arrastra por el andén, se sube la manga del jersey y consulta su reloj de pulsera con  gesto de contrariedad.  El hombre fuma nervioso el tercer cigarrillo de la … Seguir leyendo →

Dos muertes encontradas (El príncipe de las mareas)

      El soldado contempla el llano que se asoma frente a la visera de su gorra militar, es un llano de arena asentada sobre la antigüedad de la escena. Las ruinas de la muralla de piedras salteadas atesoran varios siglos … Seguir leyendo →

Mis besos son también para ti (Mil Claver)

Colgó el teléfono y sin escuchar nada de lo que su secretaría le decía, salió corriendo por el pasillo que le conducía hasta el ascensor. No podía evitar pulsar una y otra vez el interruptor, como si de esta forma … Seguir leyendo →

De corbatas y hombres (Jesús Delgado Morales)

   Érase una vez un reino de hombres con turbante, sus habitantes pensaban distinto del reino de los hombres con corbata. Los del primer reino tenían un rey muy malo con sus súbditos, los tiranizaba y no les permitía hacer … Seguir leyendo →

Fotomatón (Josep Sebastián)

Echó monedas y siguió las instrucciones: «Gire el asiento hasta hacer coincidir la altura de los ojos con la línea roja. No se mueva. Mire al objetivo». Fueron cuatro disparos con sus correspondientes flashes. A los tres minutos salió la … Seguir leyendo →

Kun-fú (Amaya Puente de Muñozguren)

Son las seis de la mañana, bajo las escaleras de mi casa con cuidado, sin saltar de dos en dos los escalones, como acostumbro; esta vez voy con cuidado de no despertar a ningún vecino, para evitar que mi padre … Seguir leyendo →